viernes, 10 de octubre de 2014

Amor o eso


“Sí, sí la amo, es solo eso de ella lo que no me gusta, pero creo que puedo arreglarla…”
 “No sé, siento que he podido cambiarla un poco y que puedo seguir cambiándola hasta que se le quiten todas esas cosas.”

Lo escuchaba contarme esto y pensaba en ese gran concepto: Amor. Una sola palabra con tantas acepciones. “Amo a mi perro.” “Amo a mi familia.” “Amo esos zapatos.” “Amo a mi novia.”. ¿Cuál forma es la correcta? ¿Cuál la verdadera?

Lo que es un hecho es que todos hablan de amor. Y hablan de él como si lo añoraran, como si quisieran vivirlo. Pero luego los ves actuar y parece que buscan lo contrario. Y la pregunta sigue sin responderse: ¿qué es el amor?

La realidad es que nuestras ideas más cercanas al concepto de amor vienen de cuentos, de novelas, de películas románticas,  de canciones pop… y ahora también de vidas de Facebook. Y todas estas muestran este estilo de amor rosa y clichero. Y como seguramente todos hemos visto a los lados, esta definición de amor más nos induce al sufrimiento y al dolor que a la verdadera felicidad.

La razón, en el fondo, es que estas ideas de amor son defectuosas. Están basadas en posesión y egoísmo. “Tu eres mi amor, mi novia, mi niña”. “Te amo…” pero si y solo si estás conmigo, si haces lo que te pido. Esa es una forma posesiva de amor ¿no? Ese es un amor con condiciones, con notas al pie. Ese es un tipo de amor bastante impuro.

Basta con voltear alrededor. Preguntarle a alguien: ¿A quién odias? Muy probablemente la respuesta será a alguien a quien anteriormente decían amar. Mi padre, mi exnovia, el que solía ser mi mejor amigo. De hecho un gran porcentaje de asesinatos se cometen por razones “de amor”. Por celos, por obsesiones. Parejas que solían compartir abrazos, “te amos” y besos, ahora comparten odio de uno para el otro y viceversa. ¿Cómo puede ser eso posible? ¿Cómo puede el amor convertirse en odio de un instante a otro? ¿Eso es amor real?

Mi respuesta es que no. Eso es una posesión compulsiva. Eso es una adicción egoísta… y como toda adicción, puede hacer sentir bien un rato, pero termina por destruirte.

¿Y entonces? Sigue sin responderse ¿qué es amor? No busco una definición, busco un mero acercamiento. Creo que el amor, cuando es verdadero, cuando es real, es cuando menos lo puedes explicar. Lo que sí puedo es pensar en la forma de amor más real que conozco: el amor de Dios. ¿Y cómo es el amor de Dios? Es, principalmente, libre e incondicional. Dios no te ama (aunque las iglesias traten y traten de decirnos que así es) solo si perteneces a cierta agrupación o si cumples con ciertas reglas. Dios te ama sin importar nada de lo que pienses, hagas o digas.

“Creo que puedo arreglarla.”
No sé con precisión cómo se debe amar, pero sí se que así no. Aunque suene a cliché, pero amar es principalmente un ejercicio desde el interior. Es decir, no viene de condiciones externas, exactamente.
Me imagino al amor como a la vida. Con dos formas de vivirlas. Resistiéndose a ellas, queriéndolas cambiar… O felizmente caminando con ambas. Sabiendo que puedes, claro, mejorar en el futuro, pero no esperando eso para sentirlo.